La humanidad en una encrucijada por el futuro de la naturaleza: nuevo informe de la ONU

El quinto informe Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica de la ONU describe ocho grandes transiciones necesarias para frenar y detener el declive acelerado de la biodiversidad.

Ofrece un balance final sobre las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica 2010-2020: 6 de las 20 metas se alcanzaron «parcialmente».
El reporte incluye la base científica necesaria para un nuevo marco mundial de biodiversidad pos-2020.

Destaca casos exitosos, como la prevención de extinción de especies a causa de la conservación y el aumento en la protección de tierra y océanos.

15 de septiembre de 2020 – A pesar de los avances alentadores en numerosas áreas, la naturaleza está sufriendo severamente y su situación sigue empeorando, advierte un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas que llama a implementar con urgencia ocho transformaciones sistémicas para garantizar el bienestar humano y proteger el planeta.

El reporte surge mientras la pandemia de COVID-19 desafía a las personas a repensar su relación con la naturaleza y a considerar las profundas consecuencias para su propio bienestar y supervivencia que pueden resultar de la pérdida continua de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas.

El quinto informe Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica (GBO-5), publicado por el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CBD), ofrece una visión general del estado de la naturaleza, resume el progreso hacia el cumplimiento de las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica y ofrece lecciones aprendidas y prácticas exitosas para ayudar a los países a mejorar el desempeño.

“Este informe emblemático demuestra que la humanidad se encuentra en una encrucijada con respecto al legado que desea dejar a las generaciones futuras”, dijo la secretaria ejecutiva del CDB, Elizabeth Maruma Mrema.

“Están sucediendo muchas cosas buenas en todo el mundo y debemos celebrarlas y alentarlas. Sin embargo, la tasa de pérdida de biodiversidad no tiene precedentes en la historia de la humanidad y las presiones se están intensificando. Los sistemas vivos de la Tierra en su conjunto están comprometidos. Y cuanto más la humanidad explota la naturaleza en formas insostenibles, más socava su propio bienestar, seguridad y prosperidad», agregó Mrema.

“A medida que la naturaleza se degrada, surgen nuevas oportunidades para la propagación a humanos y animales de enfermedades devastadoras, como la COVID-19. Tenemos poco tiempo disponible, pero la pandemia también ha demostrado que las grandes transformaciones son posibles cuando nos vemos en la necesidad de realizarlas».

«Las decisiones y las acciones que tomemos ahora tendrán profundas consecuencias, para bien o para mal, en todas las especies, incluida la nuestra», dijo Mrema.

Con respecto a las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica establecidas en 2010, un análisis basado en los sextos informes nacionales al CDB y los últimos hallazgos científicos, muestra que se han logrado siete de los 60 elementos que conforman las 20 metas y se muestra progreso en otros 38. En el caso de 13 elementos, no se avanzó o se indicó un alejamiento del objetivo, y se desconoce el nivel de avance en dos de los elementos. El informe concluye que, en general, de los 20 objetivos, seis (9, 11, 16, 17, 19 y 20) se lograron parcialmente dentro del plazo de 2020.

El informe considera como logradas parcialmente aquellas metas en las que se ha cumplido al menos un elemento. Por ejemplo, se cumplieron los elementos de la Meta 11 sobre las proporciones de tierras y mares que debían ser protegidos, pero no los elementos relacionados con la calidad de las áreas protegidas. De manera similar, para la Meta 19, el conocimiento sobre la biodiversidad ha mejorado, pero no se ha compartido ni aplicado ampliamente. En el caso la Meta 20, la asistencia oficial para el desarrollo se duplicó, pero los recursos no aumentaron en todas las fuentes.

Los informes nacionales al CDB ofrecen evidencia de que las transiciones necesarias para proteger la biodiversidad ya han comenzado y que prácticamente todos los países están tomando medidas. El GBO-5 cita varias acciones y programas nacionales ejemplares, en ausencia de los cuales las condiciones ciertamente serían peores (habría mayores extinciones, por ejemplo). Adicionalmente, las tasas de deforestación continúan cayendo, la erradicación de especies exóticas invasoras de las islas está aumentando y la conciencia sobre la biodiversidad parece estar aumentando.

“Las acciones que se han tomado deben ampliarse significativamente, dejar de estar impulsadas por proyectos y convertirse en sistémicas y ampliadas”, dijo Mrema. “Además, es necesario cerrar la brecha entre la ambición y la acción de los países. El informe trata de hacer precisamente esto y proporciona ejemplos de los tipos de acciones necesarias para seguir avanzando”.

El informe llama a transformar una variedad de actividades humanas a través de ocho transiciones para las cuales se considera el valor de la biodiversidad, la necesidad de restaurar los ecosistemas de los que depende toda la actividad humana y la urgencia de reducir los impactos negativos de dicha actividad:

Transición de tierras y bosques: conservar ecosistemas intactos, restaurar ecosistemas, combatir y revertir la degradación, y usar la planificación espacial a nivel de paisaje para evitar, reducir y mitigar el cambio de uso de la tierra.

Transición hacia la agricultura sostenible: rediseñar los sistemas agrícolas mediante enfoques agroecológicos y otras innovaciones para mejorar la productividad y minimizar los impactos negativos sobre la biodiversidad.

Transición hacia sistemas alimentarios sostenibles: facilitar dietas sostenibles y saludables con un mayor énfasis en la diversidad de alimentos, en su mayoría de origen vegetal, y un consumo más moderado de carne y pescado, así como disminuir drásticamente el desperdicio en las fases de suministro y consumo de alimentos.

Transición hacia pesquerías y océanos sostenibles: proteger y restaurar los ecosistemas marinos y costeros, recuperar las pesquerías, la gestión de la acuicultura y otros usos de los océanos para garantizar la sostenibilidad y mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida.

Transición de las ciudades y la infraestructura: desplegar “infraestructura verde” y hacer espacio para la naturaleza dentro de los paisajes urbanos para mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, y reducir la huella ambiental de las ciudades y la infraestructura.
Transición del agua dulce sostenible: promover un enfoque integrado que garantice los caudales de agua requeridos por la naturaleza y las personas, mejore la calidad del agua, proteja los hábitats críticos, controle las especies invasoras y salvaguarde la conectividad para permitir la recuperación de los sistemas de agua dulce desde las montañas hasta las costas.

Transición de acción climática sostenible: impulsar las soluciones basadas en la naturaleza, junto con una rápida eliminación del uso de combustibles fósiles, para reducir la escala y los impactos del cambio climático, al tiempo que se proporcionen beneficios para la biodiversidad y otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Transición del enfoque Una salud que incluya la biodiversidad: gestionar los ecosistemas, incluidos los agrícolas y urbanos, así como el uso de la vida silvestre, a través de un enfoque integrado que promueva la salud de las personas y los ecosistemas.

El GBO-5 subraya la importancia de la biodiversidad para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en 2015 y el Acuerdo de París de 2016. Los hallazgos del informe se presentarán a los jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre sobre la Biodiversidad de la ONU el 30 de septiembre de este año.

El informe también tendrá un impacto importante en el proceso en curso para crear las nuevas metas mundiales de biodiversidad 2021-2030, como parte del marco posterior a 2020 del CBD. Ese marco, ahora en negociación, se considerará en la 15a reunión de la Conferencia de las Partes (COP-15) del CDB, en Kunming, China, en 2021.

GBO- 5 en cifras

33% Proporción de personas en los países con mayor biodiversidad con alta conciencia tanto de los valores de la biodiversidad como de los pasos necesarios para su conservación y uso sostenible.

91 Número de países que aplican estándares mundiales para la integración del medio ambiente en las cuentas nacionales: aproximadamente el doble que en 2006.

US$ 500.000 millones Valor de los subsidios gubernamentales que potencialmente causan daños ambientales.

1,7 Número de “planetas Tierra” necesarios para regenerar los recursos biológicos utilizados por la humanidad entre 2011 y 2016.

33% de reducción en las tasas de deforestación global comparando los últimos cinco años con las tasas de la década hasta 2010.

66% Proporción de las poblaciones de peces marinos en 2017 pescados dentro de niveles biológicamente sostenibles, frente al 71% de 2010, con una gran variación entre las regiones y las poblaciones.

163 millones Número de granjas que practican la intensificación sostenible (29% del total mundial).

453 millones de hectáreas de tierras agrícolas (9% del total mundial).

260.000 toneladas Peso de los 5,25 billones de partículas de plástico que se estima ha en los océanos del mundo.

~200 Erradicación de mamíferos invasores en islas desde 2010, en beneficio de unas 236 especies terrestres nativas, incluidas 100 especies de aves, mamíferos y reptiles altamente amenazados, como el zorro isleño y el ave Copsychus sechellarum de las Seychelles.

+60% Proporción de los arrecifes de coral del mundo amenazados, especialmente debido a la sobrepesca y la pesca destructiva.

43% Área de áreas clave de biodiversidad cubiertas por áreas protegidas, más que el 29% del año 2000.

28-48 Número estimado de especies de aves y mamíferos cuya extinción se ha evitado gracias a acciones de conservación desde 1993, cuando entró en vigor el CDB, incluidas 11-25 especies desde 2010.

1.940 Número de razas locales de animales domésticos que se consideran en riesgo de extinción, de un total de 7.155. Otras 4.668 razas están en estado de riesgo desconocido.

164 Número de países que reconocen explícitamente los derechos de las mujeres a poseer, utilizar, tomar decisiones y utilizar la tierra como garantía de préstamos en igualdad de condiciones con los hombres.

27 millones de hectáreas de tierra en actividades de restauración: sólo 2% del potencial estimado.

125 Número de Partes en el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se deriven de su utilización. 87 Partes tienen en vigor medidas de “Acceso y participación en los beneficios” y han establecido autoridades nacionales competentes.

69 Número de países con Estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad (EPANB) adoptados como instrumentos de política de todo el gobierno.

40 Número de Partes que involucraron a las comunidades indígenas y locales en la preparación de sus EPANB.

1.400 millones Número de registros de presencia de especies a los que se puede acceder libremente a través de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF), siete veces más que en la última década.

US$ 9.300 millones Valor total de la financiación pública internacional anual para la biodiversidad – el doble que en la década anterior -, de los cuales US$ 3.900 millones tienen la biodiversidad como foco principal.

 

Sobre el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica, que entró en vigor en diciembre de 1993, es un tratado internacional para la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y el reparto equitativo de los beneficios derivados del uso de recursos genéticos. Con 196 Partes, el convenio tiene una participación casi universal entre los países.

Sobre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es la autoridad ambiental líder en el mundo. Proporciona liderazgo y alienta el trabajo conjunto en el cuidado del medio ambiente, inspirando, informando y capacitando a las naciones y a los pueblos para mejorar su calidad de vida sin comprometer la de las futuras generaciones.

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