Minsalud establece acciones para atención a las mujeres rurales

Bogotá, 18 de octubre de 2020. «Construir la resiliencia de las mujeres rurales a raíz del covid-19» fue el tema enmarcado esta año para crear conciencia sobre las luchas de estas mujeres, sus necesidades y su papel fundamental y clave en nuestra sociedad. Esto debido a que ONU Mujeres señala que este sector de la población sufre de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza, y de las barreras estructurales y normas sociales discriminatorias que limitan su pleno ejercicio de derechos.

El Minsalud y el sistema de salud colombiano en reconocimiento de estas situaciones, ha gestionado el mejoramiento continuo de la salud rural y sus mujeres, incluidas las mujeres indígenas, afrocolombianas, palenqueras, raizales, Rom, en la promoción del desarrollo agrícola y rural.

«Esto se evidencia en el acceso a la afiliación en salud y el incremento paulatino del acceso a consulta externa, ya que, a octubre de 2020, 3.673.899 mujeres rurales se encuentran afiliadas en el régimen subsidiado y 322.729 en el contributivo y durante el 2019, se hicieron aproximadamente 11.266.561 de consultas externas», aseguró Óscar Javier Siza, jefe de la Oficina de Promoción Social de Minsalud.

En el marco de la implementación de la segunda fase del Proyecto Interagencial denominado Salud para la Paz, el Ministerio de Salud, en articulación con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Panamericana de la Salud -OPS, la Organización Internacional para las Migraciones –OIM, y el apoyo financiero del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Sostenimiento de la Paz, incorporó acciones que benefician a mujeres de las zonas rurales de los municipios más afectados por el conflicto armado.

 

Acciones

Durante el primer semestre del año 2020, el proyecto distribuyó en 26 municipios (de los cuales 25 son de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET, y 23 cuentan con los antiguos Espacios de Capacitación y Reincorporación-ETCR), «más de 10.000 implantes subdérmicos, favoreciendo el acceso de mujeres de las zonas rurales a métodos anticonceptivos de larga duración», especificó Siza.

Adicionalmente durante el segundo semestre de 2020, complementó Siza, se estará entregando 8.700 implantes más a 145 municipios PDET restantes y de esta forma se favorecerá la disponibilidad de estos insumos en medio de la emergencia generada por el covid-19.

El programa también contrató a 26 profesionales de enfermería para apoyar a igual número de hospitales en la atención de programas de planificación familiar y control prenatal.

«Con esto logramos liberar capacidad operativa del talento humano local para hacer frente a la pandemia y evitando de este modo la interrupción de las atenciones que afectarían principalmente a las mujeres de las zonas rurales. Gracias a estas acciones se han realizado a la fecha 13.150 atenciones a mujeres», dijo Siza.

Asimismo, a través de Salud para la Paz se conformaron 26 equipos de vigilancia epidemiológica para apoyar la respuesta al covid-19 en igual número de municipios; el 63,2% de las personas beneficiarias de las acciones han sido mujeres, de las cuales 29% pertenecen a la zona rural. En total 1.420 mujeres se han visto beneficiadas con estas acciones.

Adicionalmente, se entregarán 8.750 kits que beneficiarán a igual número de mujeres en situación de vulnerabilidad en los 170 municipios PDET. Cada kit contiene elementos de aseo íntimo y elementos de protección personal para la prevención del contagio del covid-19, y son distribuidos a través de organizaciones de mujeres identificadas en cada uno de los municipios priorizados.

Finalmente, y en el marco de la promoción de la salud mental de las mujeres rurales, se resalta que en el año 2019 este Ministerio formalizó el Lineamiento para el cuidado de las armonías espirituales y de pensamiento de los pueblos y comunidades indígenas.

«Este previamente había sido aprobado por la Subcomisión de Salud de la Mesa Permanente de Concertación de los Pueblos y Organizaciones Indígenas, el cual brinda herramientas para el abordaje integral de la salud mental a los diferentes actores del Sistema General de Seguridad Social en Salud, así como a las entidades territoriales, en el marco de los avances del Sistema Indígena de Salud Propio e Intercultural-SISPI y en armonía con el plan de cuidado para la vida colectiva de los pueblos y comunidades indígenas», concluyó Siza.

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